6.3.09

Como un parque de atracciones...

Esta noche he estado allí, era un parque de atracciones enorme, con muchas cosas que hacer, concretamente, una para cada emoción. El sexo tenía su atracción, el cariño también, la inteligencia también e icluído el amor. Ese parque llevaba su nombre. Mis emociones se divertían en cada una de las atracciones, lo pasaban muy bien. Pero un día el parque se cerró de repente, las emociones se enfadaron y decidieron irse a otro parque dónde divertirse, todas menos una, el amor era incapaz de desprenderse de su atracción, se quedó esperando a ver si se abría otra vez. Un día, cuando las demás emociones ya se marchaban, la puerta de la atracción del amor se abrió, pero era distinta, era fría, era gris, de allí salió ella y le dijo al amor: -Lo siento, ahora sólo puedo quererte cómo a un amigo, pero no se sabe lo que pasará, así que no cierres las puertas. Y ella le arrancó el corazón al amor y se lo quedó, así el amor no perdía la esperanza y podría esperar a que el parque se abriera de nuevo para él y todos sus compañeros. Pero rápidamente antes de que la puerta se volviese a cerrar apareció él, un hombre mayor, sabio, con largas barbas blancas, y le dijo a ella: - Alto ahí, no tienes derecho a hacer eso, deja libre al amor, no puedes atarlo a tu antojo, debe ser él quién decida a partir de ahora no tú. Sin su corazón no podrá vivir, ni tampoco amar a otra persona que lo aprecie más que tú. Eso que tienes en tus manos es demasiado valioso para ti, ¡no lo mereces!. Y con furia le arrebató el corazón del amor y fue corriendo hacia él y se lo volvió a colocar. El amor le dijo al viejo: -Pero...no quiero irme de este parque, ¡si ella no se queda mi corazón no habrá nada que me haga volver!, ¿qué voy a hacer yo ahora? ¿qué va a ser de mí? ¿y si no hay nadie más en el mundo que me haga sentir lo que he sentido con ella? ¿y tú quién eres viejo?. A esto el salvador respondió: -Soy el Tiempo hijo mío, y voy a ayudarte a cicatrizar esta herida, no será un camino fácil, no eres el único al que he ayudado. Amor, hazte a la idea de que todo terminó, lo que se ha ido no volverá, y no te tortures, las demás emociones te están esperando, sin ti no pueden convivir en paz. Tranquilo estaré contigo. Y así el Tiempo cargó a hombros al pobre y herido amor llevándolo junto a las demás emociones, allí se cruzaron con la conciencia y ésta le dijo: -Sabes que es lo mejor, y sabías que iba a pasar, yo siempre digo la verdad. El amor asintió con lágrimas en sus ojos, y las emociones junto al tiempo partieron en un largo viaje que curará al amor y hará sonreir a la Felicidad.


Un sueño raro lo sé, pero demasiado influenciado por un cuentecito que leí ayer como 3000 veces, se ve que dejó huella en mí. Un saludo!

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